LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE NAVARRA ESTIMA EL RECURSO DE APELACIÓN PRESENTADO POR ESTE DESPACHO FRENTE A LA SENTENCIA POR LA QUE SE CONDENABA A NUESTRO CLIENTE COMO AUTOR RESPONSABLE DE UN DELITO DE LESIONES Y A INDEMNIZAR CON 8.300 EUROS AL DENUNCIANTE.
El Juzgado de instancia condenó a nuestro cliente como autor responsable de un delito de lesiones causadas a una persona, al entender probado que le propinó, sorpresivamente y sin motivo aparente, un puñetazo en el rostro que le provocó fractura de la nariz, y a indemnizarle con 8.300 euros por las lesiones y secuelas.
Para ello, estimaba cierto y coherente el relato de la víctima, así como el de un testigo amigo del mismo. Y tachar de incoherentes y contradictorias las manifestaciones de nuestro cliente y un testigo.
Recurrida en apelación por este despacho la sentencia condenatoria, la Audiencia Provincial de Navarra estima nuestro recurso y revoca la misma, absolviendo a nuestro cliente, haciendo suyos los argumentos expuestos en nuestro recurso.
En efecto, muestra su sorpresa con la contundencia de la sentencia de instancia al dar por ciertas las declaraciones de víctima y testigo cuando, ambos, reconocieron en el acto de juicio, que mintieron en su primera declaración ante Policía Municipal, para después dar otra versión ante Policía Nacional.
Así, la víctima, en su primera declaración ante Policía Municipal señaló que mientras iba por la calle, en San Fermines de 2019, de madrugada, alguien le golpeó por la espalda y al volverse le dio un puñetazo en la cara, no pudiendo distinguir quién fue. Se levantó y en compañía de unos amigos, se lavó el rostro, y siguió de fiesta, acudiendo a Urgencias la tarde del día siguiente. Posteriormente, cuando desde Policía Nacional fue llamado, como testigo de otra agresión imputada a un amigo suyo (el testigo de nuestro asunto) el día anterior, cambió de declaración, señalando que la agresión fue en otra calle distinta, identificando como autor a nuestro cliente. En el acto del juicio manifestó que en efecto, su primera declaración fue falsa, porque tenía miedo del agresor, y comoe iba a dar un curso en la localidad donde este vivía, tenía miedo a represalias, pero que como desde Policía Nacional le aconsejaron denunciar “bien”, “para ayudar” a su amigo en su denuncia, entonces dijo la verdad.
Por su parte, el testigo de la acusación, manifestó en el juicio que, igualmente mintió en su declaración cuando dijo haber visto perfectamente la agresión y al agresor, ya que realmente, estaba de espaldas en el momento de la misma, no habiendo visto nada, pero suponiendo que fue nuestro cliente, porque no había más gente. Todo ello, en Sanfermines, de madrugada, y en una calle abarrotada de personas
Señala la Audiencia Provincial que no comparte los argumentos de la sentencia de instancia de dar credibilidad a esas declaraciones, cuando parten del reconocimiento de los declarantes de haber mentido en un primer momento, y generan una duda más que razonable de cómo se produjo la agresión sufrida por la víctima, así como de los motivos para denunciar y, lo que es más importante, del autor de la misma.
Por todo ello, absuelve a nuestro cliente con todos los pronunciamientos favorables.
Contentos por la satisfacción del cliente por nuestra defensa y tenacidad en la defensa de sus intereses.